Parque Natural de Urbasa



El Parque Natural de Urbasa y Andía es un espacio natural dotado de un amplio conjunto de valores geológicos, biológicos, ecológicos, paisajísticos, arqueológicos y socioculturales.



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Balcón de Pilatos

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Se trata de un espectacular mirador en el borde sur del Parque Natural de Urbasa-Andía, con una caída de 300 metros, desde el que se observa el valle de las Améscoas y la impresionante cascada del Nacedero del Urederra ,incluido también en la Ruta de los Paisajes. Diferentes senderos permiten recorrer la Sierra de Urbasa-Andía, uno de ellos bordea el acantilado permitiendo escuchar el sonido de las bellas aguas del río Urederra. Es sin duda, territorio para montañeros, paseantes y cicloturistas. Cualquier momento del año es oportuno para disfrutar de este rincón, si bien se recomienda evitarlo en temporadas de nieves ya que el acceso por carretera suele estar cerrado y el lugar puede resultar peligroso. En las inmediaciones existe una zona de aparcamiento.
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Cueva de Los Cristinos

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Toma el nombre de los Cristinos por ser usada como refugio del bando de los cristinos (Reina regente Cristina)en las Guerras Carlistas. El acceso a esta cueva es libre y por ello es esencial el máximo respeto a la misma. Imprescindible llevar linterna o mucho mejor una frontal. Es una cueva que tiene una amplia sala con un lago interior. Estalacticas, estalagmitas, columnas, etc se podrán apreciar en su interior. Realmente bonita. La entrada a la cueva se realiza a través de unos escalones pequeños y empinados. Hay que bajar prestando mucha atención para evitar resbalones y caidas. Hay que ir apoyando las manos en los peldaños y la pared para facilitar la bajada. 
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Nevera

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En el raso de Larregoiko, se encuentra una nevera, en la que se obtenía hielo para su posterior venta o para abastecer a los pueblos de la zona en verano. Previamente cubrían el fondo con un enramado para evitar que la nieve se derritiera. Después hacían grandes bolas arrastrando la nieve de las laderas que rodeaban el nevero e iban depositándola  por capas. Aplastaban la primera capa con pisones, luego colocaban una capa de hojas de haya, después otra capa de nieve, y así sucesivamente. Al estar compacta, la cortaban en bloques, y la cargaban en cestos hasta llegar a la entrada del nevero donde los cargaban sobre los machos. Parece que se usaba para hacer refrescos y también tenía usos medicinales.                               
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